II convocatoria de microrrelatos Mistoria, relatos destacados

Tenemos el gusto de presentar los relatos destacados de esta convocatoria con la temática de nostalgia. Agradecemos la participación de todas las personas que se animaron a enviar sus relatos, fueron cerca de 43 los relatos en esta ocasión y de ellos, vamos a presentar hoy 13 de los mejores 20 relatos escogidos como destacados. 

Todos estos relatos destacan por diversas razones, algunas de ellas son bien por su concisión, bien por su ánimo narrativo, por el sentimiento que evoca el leerlos y principalmente por su buena cohesión de los elementos presentados y su correspondencia con lo buscado para esta ocasión. 

Entre ellos los podemos encontrar conmovedores, alegres y sinceros, melancólicos, sabios y reflexivos y hasta divertidos e ingeniosos, pero no menos sarcásticos y que esconden a fin de cuentas un gran sentimiento que los une como lo es la nostalgia de los tiempos pasados

Esperamos les guste y los invitamos a estar atentos a nuestras próximas convocatorias a través de nuestras redes sociales, y que se animen a participar de futuras convocatorias. 

Relato #1

Nancy Lela Montivero

-¡Estoy tan cansada!

Pisa, pisuela, color de ciruela. Mancha, rondas, carreritas y columpios.

-¿Vos sacaste el problema? ¡Acordate de llevar el mapa!

Guardapolvo tableado, zapatos bien lustrados y trenzas con lazo blanco.

-Creo que no está funcionando…

Secretos al oído cómplice, nuestras primeras citas con los chicos que nos iluminaban la mirada, las primeras lágrimas de desilusión…

-Me quita el apetito… y los dolores son horribles.

-Vas a ser la madrina de mi primer hijo y yo la madrina del tuyo, ¿no?

Cartas, llamadas, visitas…plaza, mates, charlas y confidencias… aciertos y errores, pero siempre juntas.

-Tenemos que organizar el festejo. ¡No muchos celebran 50 años de amistad!

-Siento frío… ya no me quedan fuerzas.

-Amiga, no te vayas. ¡No me dejes!

Columpios, toboganes y muñecas... ¡Compartimos tantas cosas!

¡Maldito cáncer, no te llevarás mis recuerdos!

Relato #2

Vanessa Atencio Castillo

Te busqué, mira si te busqué, cada día mi cuerpo se entregaba al dolor voluntario, buscando una única respuesta que llegó, llegó si… ¿O quizás no? Una madrugada un rayo fragmento, derramando desde mis entrañas parte de esa ilusión, y se mudó con maletas llenas a mi memoria el no, sin embargo seguía siendo un sí. Fueron 8 lunas en las que mi corazón anhelo el sí pero mi mente se bloqueaba con un no, no me lo creí hasta que te vi de este lado de la piel. Hoy la nostalgia me invade, me persigue, me recuerda…que debí disfrutarte más, debí sentirte más, debí atesorar ese tiempo en donde fuiste solo mía, donde fuimos solo una, pero con dos corazones, dos almas…Espero algún día poder superar la nostalgia de no haber vivido en plenitud esas 8 lunas mi amor.

Relato #4 El crimen

Bequint Pablo

El ángel con el que me casé ha muerto; lo fue envenenando lentamente el demonio del que me estoy divorciando.

Relato #5

Aldair Martinez

Hoy día me quedo con el recuerdo. Sentado en las piedras de mi patio, me excito con la puesta de sol: el último suspiro de la tarde. Aunque sorprendido quedo por la extraña belleza, en los pensamientos recorro toda la tarde y los recuerdos que en ella he vivido.

La tarde ha sido esencial para mi vida. En ella, viví el acompañamiento de mi madre, los juegos alegres de los niños, los paseos juveniles con mis amigos y mis amores ya perdidos. Solo ver cómo se inunda el cielo de variantes amarillos con el azul celeste y las blancas nubes, dando así un canela y dorado horizonte, anhelo aquellas vivencias de mi pasado.

Y sé que no volverán, ¡ya no volverán!, pero ahí está la tarde dándome punzadas y haciéndome vivir de ilusiones, en las que termino haciendo historias con aquellas personas que hoy no están en mis tardes.

Relato #6

Chema Guardia

Están en nuestra cotidianidad, en la sonrisa que damos, en el apretón de mano que intercambiamos. En la charla que platicamos; y cuándo llegamos al fin del día, decimos con una sonrisa en nuestra cara, hoy te recordé y te pude observar en esa persona abuelo, tía o cualquier ser querido que nos dejó físicamente.

Relato #7, ÉRASE UN PADRE QUE NO MURIÓ

Abigail Ocampo

Hace un tiempo tuve un sueño, soñé que te veía. Tenía tus manos en mi cabeza y tu aliento en mi espalda. Soñé que así era durante varios días y varios años, soñé que estabas frente a mí y a mi costado, que soplabas las velas en el camino y que tu risa me sostenía.

Soñé que me golpeabas y tu llanto me humedecía, que tu decepción me arrastraba, me soñé en el piso y nos soñé volando. Vi tus ojos y tu piel, vi tu cabello y tus manos; escuché tu voz en gritos y susurros, en palabras de aliento.

Eras tú, te soñé. Soy yo, en el espejo.

Relato #7, Moto en Grecia

Violeta Fijalkauskas

En Aegina, la isla donde estoy desde hace dos meses, siento que vivo en el atardecer. Me transformo en el sol rojo entre montañas a 30 minutos de Atenas. Pienso en Mark, el chico con el que salí.

Turistas, helados y músicos pedalean. Carrozas y gitanos venden abanicos. Barcos a mi derecha, tabernas a mi izquierda.

Una decisión me llevó a su restaurant.

-Muchos libros-me dijo.

-Soy escritora-le dije.

Las palabras me suenan lejanas. Nuestro paseo fue hace 5 días.

-¿Qué vas a elegir?

Gemista-le dije.

-Muy bien señorita. ¿Algo para tomar?

-No, solo agua-le dije.

Ok-me dijo guiñandome un ojo.

Me enamoré.

A los tres días lo vi pasar por la puerta de mi hotel.

Mark!-le grité desde mi balcón.

-¿Cómo sabés mi nombre?-me dijo sonriendo con una mano en el pecho.

-Soy una bruja-le dije fumando-¿A dónde vas?

-A trabajar. ¿Querés ir a tomar algo?

-Si.

-Nos vemos a las 9 en la iglesia.

Au revoir!

-Chau-me dijo haciendo una reverencia.

¿Podés guardar un secreto?-me dijo al encontrarnos. Estaba de traje blanco. Yo con un vestido y un collar de caracoles.

-Claro-le dije algo insegura.

-Estoy casado, pero si podés mirar a través de eso esta va a ser la mejor noche de tu vida.

-¿Cómo sabés?-le dije algo triste.

-¿Alguna vez te subiste a un scooter?

-No-le digo dándole la mano. No podía decirle que no.

-Vamos-me dijo.

No lo volví a ver. Apoyé mis manos en su espalda y él las bajó.

Anduvimos entre los árboles y la luna.

-¿Tenés miedo?-me dijo.

-No-le mentí.

Relato #8, Llueve

Valeria Alejandra Hamity

Lluvia suave y serena, brota de mis ojos infinitos. Que las lágrimas salgan y corran, despertando con su mojada sonoridad el suelo yermo, besando la tierra azul dónde está la semilla pronta a germinar.

Relato #9

Alex Mondragón

1.

—¿Te gustó?

—Sí.

—¿Mucho?

—Muchísimo.

—¿Quieres que se repita?

—No.

—¿Por qué?

Todavía pienso en alguien más.

2.

—Debo confesar que aún la amo.

—¿Y entonces, por qué terminaron?

Quería que fuera feliz.

3.

Abrió la puerta de su casa y entró muy cansado. El trabajo lo tenía molido. De repente escuchó voces a través de la ventana abierta que daba a la calle. Hacía bastante que no oía a los amigos en la esquina. Se sentó en el sillón y pensó un momento. Al día siguiente cubriría el turno matutino. Suspiró y encendió la tele. Al poco rato se quedó dormido.

Relato #10

Maria Fernanda Cabral

Una flor ha perdido su voluptuosidad, su color y su brillo. Una pequeña espina que fue verde y punzante hoy es tan solo un atisbo de indefinido color, más me trae vívidos recuerdos de nuestras horas felices ante al mundo, y de aquella pasión desenfrenada alcoba adentro tu blanco cabello enredado entre mis manos. Mi corazón galopa desobediente y mi cuerpo olvida años y distancia…. ¡Silencio! Ya no estás, amado mío, hoy solo quedan el vacío, de tanto en tanto una leve sonrisa se dibuja en mis labios, y de lo que fue un gran amor solo queda aquella flor secándose entre las páginas de un libro.

Relato #11,POLOS OPUESTOS

Angie Sanchez

«Hola Oxímoron, ¿qué haces otra vez deambulando sin rumbo?» – dijo Pleo, fingiendo sorpresa al ver a su ex.

«Ah! hola Pleonasmo, ¡qué triste alegría volver a encontrarnos!» – contestó Oximoron, con su graciosa torpeza.

» Lo que es verdaderamente triste es que vuelvas a llevar peluca postiza.. ¿tanto añorabas esa réplica exacta de Hamster moribundo sobre tu cabeza?» – soltó sin muchos miramientos.

» Mira, ¡pues sí! Prefiero mil veces sentir el doloroso placer de llevar una rata sobre mi cabeza a tener el fuego helado de tus labios sobre los míos, ¿qué te parece? – contestó Oxímoron en tono altivo.

» Bff… ¡No has cambiado nada, puño cerrado! Además de rata, hablar contigo sigue siendo tan funesto como ver una película de terror basada en hechos reales.»-dijo Pleonasmo, visiblemente ofendido.

«Mira, me marcho, me sobran estos instantes eternos. ¡Hasta siempre!» – reprochó Oximoron y con gélida fogosidad, le plantó un beso en la boca.

Pleonasmo, sin dar crédito a su propio corazón, le devolvió el beso, regalo gratuito, añorando un pasado inexistente, sabedor de que siempre y todos los días, amaría a Oxímoron porque inevitablemente los polos opuestos se atraen.

Relato #12, Nanocuento

Claudia Alejandra Auriol

Mi hijo no regresará. 

Yo tampoco estoy, aunque nadie se haya dado cuenta.

Relato #13

Maria Josefina Anzola de Lopez

Caminamos con pie de relámpago por un pequeño pueblo bañado de sol, sal y cangrejos que querían arrastrar hacia ellos los turistas que venían a ver y llenarse de la tibia esencia que allí reinaba.

Llegamos a la playa, en esos momentos los pescadores traían las místicas redes.

Vimos cómo saltaban los peces y llenaban de plata las arenas, seguimos hacia un punto donde nos miramos un día, sin palabras traspasamos el umbral.

Sentada en un banco, al frente del mar,  todo esto fue nostalgia de un tiempo ya ido.

También te puede interesar:

Algo que contar

Aún en mi segundo año estudiando periodismo, era un joven optimista. Creía que algún día, no muy lejano, algún medio de prensa me aceptaría como…

Leer Más »
0 0 votes
Article Rating
Subscribirse
Notificar
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments